Dentro de las muchas técnicas que se pueden realizar dentro del comercio electrónico hay una que destaca sobre el resto, el benchmarking. Se trata de un proceso en el que se está en constante aprendizaje y alerta sobre los comportamientos tanto de la competencia como de los hábitos de compra de sus clientes.
Ventajas del benchmarking
El benchmarking tiene una ventaja muy importante y es que puede medirse y analizarse con cada compra. Esto permite conocer muy bien a los clientes, una de las premisas más importantes del comercio electrónico que toda empresa y profesional debería tener presente en todo momento.
Poder llegar a conocer a los clientes así como sus preferencias y tendencias de compra permite diseñar estrategias de comercio electrónico cada vez más efectivas, pudiendo recomendarles compras futuras con un alto ratio de acierto.
Esto facilita que los clientes se sientan mucho más cómodos comprando, favoreciendo su fidelización, haciendo que repitan sus visita la página web o tienda online para realizar una nueva compra e incluso hablando de su experiencia de compra con sus personas más cercanas.
Dentro de las muchas ventajas que tiene esta técnica del comercio electrónico hay que decir que gracias a esta técnica se establecen patrones de compra de todos los clientes, tanto los nuevos como aquellos que cuentan con un amplio historial de compras similares. Con ello, y gracias a sus tendencias y decisiones de compras, se pueden establecer promociones con un alto índice de éxito.
Una de las mejores formas para conocer y saber si está yendo por buen camino en esta técnica aplicada al comercio electrónico es haciéndose cliente de las grandes firmas internacionales y suscribirse a sus newsletters. De esta forma podremos conocer de primera mano cuáles son algunas de sus estrategias y vivir en primera persona cómo se pueden personalizar los mensajes, siempre de acuerdo a nuestras preferencias de compra, tanto antiguas como actuales.
El objetivo es encontrar aquella oferta que encaja mejor con las preferencias de cada cliente. Con esta clase de recomendaciones se pueden aumentar las ventas entre un 8% y un 25%, algo que no hay que dejar de lado porque son cifras muy interesantes.
El poder de las imágenes
Estamos en un momento en el que lo visual tiene un gran tirón, por ello, tanto los vídeos como las imágenes de los productos que estemos vendiendo deben ser cuidadas hasta el más mínimo detalle.
Ya no solo basta con una única foto de un producto, ofrecer un producto desde diferentes vistas puede ayudar a aumentar las ventas y mucho más si es en 3D o un vídeo completo donde se pueda ver correctamente el producto.
Otro aspecto que no hay que dejar de lado es que las cosas no deben ser complicadas, basarse en la sencillez de los procesos de compra es primordial. Se sabe que cuantos más pasos haya que dar para adquirir un producto más difícil es que los clientes acaben comprándolo.
Simplificar al máximo esta parte del proceso es tan importante como cualquier otra etapa de compra. Hay que apostar por la usabilidad y por reducir al máximo la problemática de un pago, por ejemplo. Esto es algo que el cliente apreciará y que hará que como empresa ganemos puntos frente a nuestros competidores.